Fauna y flora
Época de floración en las dunas terciarias.
Foto: ErikThoring
El corredor de las arenas
El correlimos es una pequeña ave limícola de color blanco y grisáceo que podrás encontrar en la playa de Solastranden en otoño, donde hace un alto en su camino migratorio. Esta ave se desplaza por la arena como un verdadero corredor. Mientras que otras especies de aves prefieren alimentarse de lo que encuentran en algas en proceso de descomposición, el correlimos es capaz de encontrar alimentación en zonas aparentemente yermas. El correlimos pertenece a la familia de los escolopácidos y tiene el tamaño de un pequeño estornino. Solamente anida en el Ártico.
Correlimos.
Foto: Zeynel Cebeci
Aves migratorias del Ártico
Para poder ver al colimbo grande necesitarás unos buenos prismáticos. A pesar de ser un ave de grandes dimensiones, en el agua mantiene una línea de flotación baja y suele mantenerse alejado del ser humano. Se puede ver casi todos los inviernos en la bahía de Solavika, acompañado por otras especies de la familia de los colimbos. El colimbo grande está muy extendido en el Ártico y algunos ejemplares anidan en Svalbard. Pasan el invierno en la costa de Noruega y en la bahía de Sola.
Colimbo grande.
Foto: John Picken
Nuestro mejor amigo
Existen muchos motivos por los que debemos estar agradecidos al elimo arenario, una planta herbácea que alcanza el metro de altura. El elimo desempeñó un papel importante para resolver el grave problema que suponía el desplazamiento de arena hace 100 años. La planta detiene la arena arrastrada por el viento y contribuye al surgimiento de dunas de arena. Cuando las dunas se estabilizan, aparece el musgo y otras vegetaciones que contribuyen a mantener la arena en su sitio.
Elimo arenario.
Foto: Erik Thoring
Alimento aviar en las playas
En las playas de Jæren, a una profundidad de entre 2 y 15 metros, crece el alga Laminaria hyperborea, un recurso natural que era muy apreciado por los agricultores. Antiguamente, estos solían recoger las algas en las orillas de la playa para utilizarlas como fertilizante. A día de hoy, solamente las aves aprovechan este recurso natural. Las algas de las orillas se descomponen y se convierten en un criadero de moscas y larvas que, a su vez, sirven de alimento para las aves.
Correlimos en un lecho de algas.
Foto: Roy Mangersnes
La Genciana púrpura
La Genciana púrpura crece en terrenos secos, calcáreos y sin fertilizar. Las dunas terciarias de Solastranden ofrecen unas condiciones excelentes para esta especie y para otras especies pertenecientes a la familia de las gentianáceas. La Genciana púrpura alcanza una altura de entre cinco y treinta centímetros. Sus flores, de color púrpura o blanco, tienen cuatro pétalos y florecen desde junio hasta septiembre.
Recuerda que está prohibido recoger plantas en la zona protegida.
Genciana púrpura.
Foto: Bjørn S.